En una clase de yoga, es común escuchar la palabra asana una y otra vez. Esto se debe a que las asanas son las posturas que realizamos para alcanzar un estado específico de equilibrio y bienestar. asanas posturas para alcanzar equilibrio y bienestar
Pero ¿sabes qué significa realmente «asana»? Aquí te contamos todo sobre el significado, características y beneficios de las asanas en yoga.
¿Qué significa «asana»?
La palabra asana proviene del sánscrito y, etimológicamente, significa “postura para mantener el cuerpo saludable y limpio”. Desglosada, cada sílaba aporta un matiz único:
- A: práctica.
- SA: paciencia.
- NA: de forma regular.
Por lo tanto, una asana en Yoga, es una práctica que se realiza con paciencia y de manera constante.
Su propósito es mucho más profundo que una postura física: busca la conexión entre cuerpo, mente y espíritu.
Características fundamentales de una asana según patanjali
Patanjali, el primer filósofo y gurú yogui, estableció dos principios básicos para una asana:
- Sthira: estabilidad.
- Sukham: comodidad.
Para que una asana sea efectiva, debe sentirse estable y cómoda. Según Patanjali, en una postura de yoga correctamente ejecutada no debe haber tensión excesiva ni incomodidad; el cuerpo se encuentra en un estado de equilibrio.
Además, en otros de sus sutras, Patanjali introduce otros aspectos importantes que deben manifestarse durante la práctica:
- Paryatna: esfuerzo.
- Saithaliya: relajación.
- Ananta: respiración.
- Samapattibhayam: concentración.
Cada asana, entonces, es una combinación de estabilidad, suavidad, esfuerzo, relajación, respiración consciente y enfoque mental.
Estos elementos convierten las posturas en una experiencia de meditación en movimiento.
La definición de asana según andré van lysebeth
Para André Van Lysebeth, uno de los grandes divulgadores del yoga en Occidente, una asana es “toda posición inmóvil mantenida largo tiempo, sin esfuerzo, con concentración mental y control de la respiración”.
Este enfoque añade cinco características clave:
- Inmovilidad: el cuerpo y la mente encuentran una quietud que permite la relajación de los órganos internos.
- Largo tiempo: las posturas deben mantenerse para lograr beneficios. La duración dependerá de la experiencia del practicante.
- Sin esfuerzo: una asana debe sentirse estable sin causar dolor, solo una tensión ligera que se disuelve con la respiración.
- Concentración mental: mantener el foco en la postura y en la respiración.
- Control de la respiración: la respiración consciente profundiza el estado de calma y bienestar en cada postura.
¿Cómo llevar la atención en cada asana?
Durante la práctica, la atención se dirige primero de fuera hacia dentro (ajustando postura y técnica) y luego de dentro hacia fuera (escuchando el cuerpo y la respiración). Este enfoque nos ayuda a:
- Ajustar la postura desde la técnica.
- Sentir las sensaciones internas y adaptar la postura según lo que el cuerpo necesita.
La escucha se convierte en el centro de la práctica, transformando la postura en un acto de meditación y atención plena, donde estamos completamente presentes.
Actitud activa y pasiva en la práctica
Es fundamental observar nuestra actitud en cada asana. La idea es mantener una mezcla de abandonarse y aceptar las sensaciones que surgen en el momento.
En lugar de forzar la postura, escuchamos el cuerpo para ajustar la intensidad según sea necesario. Así, cada postura se convierte en un diálogo entre el cuerpo y la mente.
La importancia de la respiración en la práctica
La respiración es el ancla de cualquier asana. Debemos intentar mantener un ritmo respiratorio constante y consciente, adaptado al efecto de cada postura, ya sea vitalizante, equilibrante o relajante.
La respiración profunda ayuda a centrar la mente y a permitir que el cuerpo se relaje.
Asanas según el movimiento de la columna vertebral
Para lograr una práctica equilibrada, es importante incluir asanas que impliquen diferentes movimientos de la columna. Estos son:
- Flexiones hacia delante: ayudan a la introspección.
- Extensiones hacia atrás: fomentan la apertura y la confianza.
- Flexiones laterales: trabajan la flexibilidad de la columna.
- Torsiones: desintoxican y ayudan a liberar tensiones psicológicas.
- Posturas invertidas: cambian nuestra perspectiva.
- Equilibrios: desarrollan firmeza, estabilidad y calma.
Aspectos psicológicos de las asanas
Cada tipo de asana tiene también un impacto en nuestra mente y emociones:
- Las flexiones invitan a la introspección y a la flexibilidad mental.
- Las extensiones promueven la seguridad en uno mismo y la apertura.
- Las torsiones liberan bloqueos internos y desintoxican.
- Las inversiones permiten ver las cosas desde una nueva perspectiva, desbloqueando la mente.
La asana: solo el 10% del yoga
Aunque muchos asocian el yoga principalmente con las asanas, estas representan solo el 10% de la práctica total. La asana es una herramienta poderosa para alcanzar un estado de unión y equilibrio, pero no es el fin último del yoga.
Sin embargo, ese 10% es fundamental para los beneficios físicos y mentales que buscamos en la práctica.
Con la práctica de yoga en general podemos darnos cuenta de muchas cosas sobre nosotros, es en definitiva un camino hacia el autoconocimiento…
Este post busca guiarte en la comprensión de las asanas y cómo incorporarlas en tu práctica de manera consciente y profunda.
¿No te parece apasionante?
¡Te esperamos en clase!
