Masaje Abdominal
Masaje «Chi Nei Tsang»
El Chi Nei Tsang es una técnica tradicional china que combina el masaje terapéutico con el tratamiento energético curando cuerpo, mente y emociones.
Esta técnica de masaje facilita contactar con esas emociones, sintiéndolas, sin juzgarse y compartirlas con alguien que escuche y entienda, es suficiente para disipar esa carga emocional y sus síntomas físicos.
Masaje Abdominal Taoísta
El Chi Nei Tsang es una práctica terapéutica integral dentro de la práctica tradicional de la antigua china taoísta. Su nombre es la combinación de las palabras Chi (energía e información) y Nei Tsang (órganos internos).
El significado literal es “Trabajar la energía y la información de los órganos internos” o “Transformación de la energía de los órganos internos”.
Esta técnica de masaje entra dentro de las terapias energéticas y manuales. Es un masaje suave en la zona visceral que, según la tradición, produce un efecto reflejo en todo el organismo recibiendo sus beneficios corporal, mental y espiritualmente por la activación de los flujos energéticos.
Cómo se aplica
La aplicación de este masaje se realiza mediante un suave y directo masaje sobre los órganos internos. Se practica un masaje en una serie de puntos alrededor del ombligo y de los órganos internos para aumentar con ello, el flujo de energía (el chi) hacia ellos.
Se trabaja directamente sobre los órganos internos corrigiendo cualquier desequilibrio.
Beneficios físicos del masaje Chi Nei Tsang
- Tonifica el sistema linfático eliminando toxinas.
- Corrige la posición de los órganos internos y los estimula.
- Fortalece y mejora el sistema circulatorio y digestivo.
- Potencia el sistema inmunitario y la resistencia a las enfermedades.
- Beneficia a personas con dolores crónicos de espalda, cuello y hombros.
- Detecta y corrige problemas posturales por la falta de balance en las vísceras.
- Relajación de los órganos, a los que limpia de las emociones negativas que los bloquean (ese llamado nudo en el estómago).
El Chi Nei Tsang facilita contactar con esas emociones, sintiéndolas sin juzgarse y, compartirlas con alguien que escuche y entienda, es suficiente para disipar esa carga emocional y sus síntomas físicos.
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